Acabada la guerra civil española, junto con las cartillas de racionamiento, el nacional catolicismo se extendió por todo el territorio. La iglesia, de la mano del régimen, no perdió demasiado tiempo en imponer una nueva moral y costumbres basadas en las doctrinas más reaccionarias de la religión de los obispos. Así, se montaron organizaciones civiles dirigidas a la juventud que bajo apariencia lúdica eran las encargadas de adoctrinar y velar por cumplimiento de las normas dictadas por el caudillo y el clero: la sección femenina con sus coros y danzas o la organización juvenil española OJE, a imagen y semejanza de los Boys Scouts americanos, etc. Al mismo tiempo nacieron asociaciones de feligreses cuya razón de ser era exaltar de mil maneras distintas, las virtudes de las vírgenes y santos que se consideraban más representativos o próximos a los nuevos valores que debían establecerse entre la población joven de ambos sexos. Las hijas de María, Los Luises, Las esclavas de Sta. Teresa por citar algunas. Leer más →
Gran trabajo. Saludos.