Se necesita humildad para aprender, la soberbia y el orgullo impiden la tarea. Así es como los ingenieros, aprendieron de los murciélagos los secretos del radar y de las termitas la manera de airear un edificio ecológicamente, sin costo energético, con solo establecer corriente de aire continua por las galerías del termitero hasta la chimenea central. Esto viene a colación porque aquí he conocido a compañeros que al abandonar el proyecto para mayores en su primer ciclo me han confesado que no seguían porque no les había aportado nada nuevo, que no habían aprendido nada. En mi opinión, vinieron tontos y se fueron igual de la universidad porque ya se sabe que “Quod Natura non dat Salmantica non praestat” y me atrevo a pronosticar que se irán igual de la vida, porque ¿cómo no aprender nada en un sitio como este?. Un colectivo como el nuestro ofrece la posibilidad de todo tipo de aprendizaje además de una terapia de grupo. Leer más →
Comprendo que, como hijo de José Mª Rodero, mi opinión sobre este trabajo está “un pelín” condicionada: que a los 25 años de su muerte aún alguien se acuerde de él es algo que te emociona, y la primera reacción es de agradecimiento. Pero quiero hacer notar que ese condicionamiento no es necesariamente solo positivo. Son muchas las ocasiones en que he tenido que aclarar errores en publicaciones sobre mis padres. Por ejemplo, afirmaciones no solo falsas sino incluso ofensivas vertidas sobre ellos en las memorias de Adolfo Marsillach (uno de los grandes amigos de mi padre) o de Alfredo Landa (a quien nunca conocí personalmente). Con los famosos ocurren estas cosas continuamente. Pero en este trabajo de Concha Pascual no he podido encontrar la más mínima referencia negativa. Doy fe de que todo lo que dice es cierto, aunque, en el original (que tuvo la gentileza de permitirme revisar) encontré dos o tres pequeños detalles inexactos (que no falsos) en lo referente a su vida privada (que no en la vida artística), cuya corrección le sugerí y ella incorporó inmediatamente. Considero, por tanto, que ha hecho un trabajo de investigación exhaustivo, tanto en hemerotecas como en contactos humanos y el resultado, en mi opinión, es sobresaliente. Creo que será muy difícil que alguien, en un posible futuro proyecto sobre este tema, pueda superarlo.
Magnífico trabajo que me ha permitido revivir muchas noches de Estudio1. Muy documentado, de fácil lectura nos acerca a la parte profesional y humana de este monstruo del teatro.
No he encontrado estudios sobre este magnífico actor.
Enhorabuena a la autora, irradia profesionalidad y un gran amor al teatro, reivindicando el lugar que debe ocupar este grande de la escena.