Entendemos que una producción agropecuaria es sostenible cuando la explotación de los recursos naturales se hace sin sobrepasar los límites de su renovación natural y, por tanto, respetando el entorno en el que se produce. La sostenibilidad siempre va ligada a la acción humana y a su capacidad de transformación del medio de manera equilibrada. Se trata de producir sin deteriorar los ecosistemas y su capacidad de regeneración.
El progreso económico y social debe respetar los ecosistemas y cuidar su calidad o no podrá entenderse como progreso, ya que el deterioro del medio afectará negativamente en cadena a las diversas especies y también al ser humano que, como una especie más, se encuentra al final o en medio de muchos procesos biológicos (agua, aire, cadena trófica…). Leer más →